En Circular del 25 de junio de 2019 la
Dirección Nacional de Bomberos invita a la comunidad bomberil a guardar la
calma y mantener la prudencia frente a la mesa sectorial que estudia la
modificación de la Ley 1575 de 2012 pues allí solamente se pretende mejorar las
condiciones laborales de los bomberos “sin
fomentar desde ningún punto de vista la desaparición de los cuerpos de bomberos
voluntarios”.
Acatando la invitación del saliente Director Nacional,
con toda la calma y la prudencia a la que se nos invita es bueno remitirnos a
los dibujos animados de los Thundercats y como Leono levantar la espada del
augurio para VER MÁS ALLÁ DE LO EVIDENTE, superar lo obvio y leer el transfondo
de lo que puede surgir en el momento que se avoque una reforma a la Ley General
de Bomberos.
En el numeral 1 del artículo 35 de la Ley 1575
de 2012 se estableció que todas las compañías aseguradoras deberán aporta al
Fondo Nacional de Bomberos “una suma equivalente al dos por ciento (2%)
liquidada sobre el valor de la póliza de seguros” y en cumplimiento de
esta disposición FASECOLDA, el gremio que las agrupa, ha venido girando al
Fondo Nacional de Bomberos una suma superior a los TREINTA MIL MILLONES DE
PESOS ($30.000.000.0000).
Si en gracia de discusión aceptamos que
solamente son treinta mil millones de pesos anuales y multiplicamos esa suma
por los seis años de vigencia de la Ley General de bomberos tenemos que las
aseguradoras han girado al Fondo Nacional de Bomberos una suma superior a
CIENTO OCHENTA MIL MILLONES DE PESOS, pero sabemos que fácilmente puede
acercarse a los DOSCIENTOS MIL MILLONES DE PESOS. Esto es una suma absolutamente
considerable al punto que FASECOLDA demandó la constitucionalidad de esa
obligación y la Corte Constitucional mediante Sentencia C-528 del 14 de agosto
de 2013 declaró la exequibilidad o constitucionalidad de ese aporte, cerrándole
la posibilidad a las Compañías Aseguradoras de cualquier discusión sobre este
asunto.
Así las cosas, cualquier proyecto de ley que se
lleve al Congreso de la República para reformar la Ley General de Bomberos le
abrirá una oportunidad de oro a las compañías aseguradoras para buscar al menos
rebajar el porcentaje del aporte que hacen al Fondo Nacional de Bomberos,
teniendo en cuenta que un punto porcentual equivale al día de hoy a más de
VEINTE MIL MILLONES DE PESOS ($20.000.000.0000).
Entonces para las Aseguradoras será un gran
negocio invertir CINCO MIL MILLONES DE PESOS y hasta más para hacer lobby en el
Congreso y lograr desaparecer ese aporte al Fondo Nacional de Bomberos que les
impuso la Ley General de Bomberos o al menos rebajarlo.
La ley 1575 de 2012 no necesita ser reformada,
basta con reglamentarla para asegurar la estabilidad laboral y las condiciones
laborales de los bomberos oficiales y voluntarios.
RAFAEL HERRERA JAIMES
Abogado
RAFAEL HERRERA JAIMES
Abogado