miércoles, octubre 18, 2006

INFORME SOBRE ACTITUD DEL PRESIDENTE DE LA CONFEDERACIÓN

En Jamundi – Valle, el pasado 14 de octubre se dieron dos eventos importantes: El 1º. La reunión mensual de ASOBOMBEROS – VALLE con una asistencia nutrida y el 2º. El curso internacional de rescate vehicular dictado por el Cuerpo de Bomberos de Hamilton E.U., en el que participaron más de 120 unidades, evento organizado con lujos de detalles por el Capitán SIERRA comandante bomberos Jamundí, con el aval, pero sin los recursos económicos, del Sistema Nacional de Bomberos, se hizo presente el presidente de la Confederación Capitán Carlos H. Rivera y el Coordinador Nacional Cesar Hugo Chingate, el primero le hizo un reconocimiento a las unidades americanas previo discurso disonante y adverso a los Bomberos de Colombia, pues dio a entender que los Bomberos de Colombia eran un fiasco en su organización, lo que no era de interés de los invitados, ni era el espacio para tratar tan delicado asunto. Este es el informe del teniente RAFAEL ARANGO VÁSQUEZ de Sevilla Valle:

“Por otro lado, en su intervención el capitán RIVERA de una manera absurda se vino lance en ristre contra mí haciéndome señalamientos que no corresponden a la realidad, dignos de aquel personaje de sábados felices que hace el papel de Barbarita, me señala el capitán RIVERA de pretender acabar con la CONFEDERACIÓN, por aquello del artículo 34 de la reforma, que valga resaltar estuvo por más de 20 minutos fuera del texto de la reforma por iniciativa de él por presiones a que según él estaba sometido, posteriormente recapacita y solicita que nos ocupemos del tema, por eso se incorporo nuevamente con la nueva redacción de mí autoría y aprobada por la mesa e inclusive por él, quizo vender la idea a los Bomberos del Valle del Cauca que con ese artículo los Comandantes pederían el derecho al voto, cuando eso no es cierto y que es necesario aclarar la tesis infundada del capitán RIVERA.

Se le dijo y se le ofreció respaldo para que citara en forma inmediata la Junta Directiva de la CONFEDERACIÓN para la reforma de lo estatutos y posteriormente llamar a ASAMBLEA GENERAL, adecuarlos a que cada departamento tenga una Federación para que de verdad se genere una verdadera participación regional y una fuerza como la de COTELCO, FENALCO, ETC., y de aquellos Departamentos que solo tiene un Cuerpo de Bomberos vayan con derecho propio, sin necesidad de anexarse a otro, el problema en si es más de forma que de fondo, el Capitán RIVERA se resiste a que la CONFEDERACIÓN NO PUEDE NI DEBE DE REPRESENTAR A LOS BOMBEROS DE COLOMBIA, simplemente los agrupa tal cual como quedo en el texto.

En la mesa de trabajo se acordó que ese era el texto oficial de los bomberos, más sin embargo él rompe las reglas y empieza el juego soterrado para desautorizar la mesa hasta el punto de tratar de borregos a los que aprobaron el articulado que ya se conoce, siendo él participe de la mesa, simplemente él jamás llevo a la mesa propuesta alguna, no tuvo argumentos de ninguna naturaleza para refutar propuestas, de ahí que en defensa del Valle, de la mesa de trabajo tuviera que señalar al Capitán RIVERA en forma directa de CAMALEÓN, por falso, por no decirle la verdad a los bomberos, por pretender ser el emperador de los bomberos, de igual manera le manifesté que los bomberos, sus organizaciones, no eran una finca de su propiedad donde ponía y quitaba cercos. Le dije también que era un irrespeto venir al Valle a encerrar a los comandantes del Valle y Cauca, algunos del Quindío, a capacitarlos en legislación Bomberil, dictada por él, sin que tuviera un perfil para ello, que el ser presidente de la CONFEDERACION y miembro de la Junta Nacional no le daba autoridad para asumir ese rol y menos cuando su nivel académico no supera la primaria. No tengo en absoluto nada contra el Capitán RIVERA, pero me he visto en la obligación de pronunciarme ante la falacia y la mentira, la mesa de trabajo la debe de respetar, también a sus integrantes, uno de ellos, el suscrito.

En cuanto a la reforma de la Ley, si Ustedes observan con detenimiento el video, salió a la luz pública algo que ya sospechábamos, la reforma tenía sus enemigos ocultos, uno de ellos el Capitán RIVERA; Eduardo José lo dijo en la Cámara que ellos tenían un proyecto de reforma, que valga decir nunca los mostraron, que nunca lo presentaron, tampoco lo socializaron, dando a entender que les habíamos salido adelante con la reforma, lo más lógico era que si tenían un proyecto de reforma , y si el proyecto nuestro fue radicado en el Senado el 15 de agosto de 2.005, cuál razón para que no lo unificaran, cuál razón para no llamar la CONFEDERACIÓN a una asamblea general que abordara el tema, cuál razón para no liderar el proceso, cuál razón para ponerle palos a la rueda, cuál razón para estar desinformando a la comunidad bomberil, esa conducta mezquina es reprochable. Con la reforma vamos para adelante, nos conviene a todos, no es perfecta pero no podemos dejar que el presidente de la CONFEDERACIÓN pretenda enterrarla, por que ese no es el sentir de la junta directiva, es su criterio personal, por lo tanto no puede comprometer la CONFEDERACIÓN, ni mucho menos usar su nombre para esos menesteres, las decisiones de la CONFEDERACION son corporativas y no unipersonales, tampoco puede comprometer la JUNTA NACIONAL DE BOMBEROS. Le solicite que me diera el derecho a la replica en los escenarios donde él hablara de la mesa y del suscrito.

No puedo ignorar un hecho aberrante del capitán RIVERA, su descontento por que hice parte de la mesa de trabajo, de seguro que si hubiera estado al lado de sus intereses estaría lo suficientemente glorificado, se le olvido al capitán RIVERA que RAFAEL ARANGO VÁSUQEZ, ese teniente de Bomberos de Sevilla – Valle ha estado junto con los demás compañeros del Valle del Cauca y del Senador Luis Elmer Arenas materializando la propuesta de la reforma desde hace más de un año y que asistí a esa mesa de trabajo a exponer la propuesta, no a título personal sino a nombre de los 52 Cuerpos de Bomberos que componen la ASOCIACIÓN DEPARTAMENTAL DE BOMBEROS DEL VALLE DEL CAUCA. Creo Germán que está abierto el debate y a manera de reflexión y tomando las palabras del Capitán RIVERA que el teniente ARANGO quiere acabar con la CONFEDERACIÓN, es imperativo afirmar que ya estaba acabada, hace mucho rato y ahora peor mientras el presidente no este dispuesto al cambio, a la reestructuración, cómo entonces pretender un pedestal en la reforma de la Ley, la CONFEDERACIÓN a la fecha solo sirve para expedir un carne y para que el capitán RIVERA asista como miembro de la JUNTA NACIONAL. Mi correo es “vasarafa@hotmail.com”

miércoles, octubre 11, 2006

HISTORIAS DE LOS CUERPOS DE BOMBEROS

La historia de los incendios en Colombia nos presenta situaciones curiosas. Es así como encontramos que en 1752 la casa del cronista Vargas Jurado en Bogotá, fue apagada “gracias a la solidaridad y al altruismo de las chicherías vecinas que, para apagar el incendio, se gastaron cien o mas botijas de chicha”.[1] En 1881 un incendio voraz destruyó totalmente el pueblo de Buenaventura, compuesto de casas ensambladas en madera y techos de palma. Estos incendios motivaron a los ciudadanos, para buscar la manera de obtener la protección contraincendios. Ejemplo, en Bogotá, como lo vemos en la siguiente crónica: “Hubo antecedentes, según se desprende del acta publicada en el periódico El Heraldo, en su edición del 18 de diciembre de 1889, que dice:
«El día 17 de diciembre de 1889 en la casa del señor Rafael Espinosa G. y previa convocatoria por parte de los señores generales Rafael Reyes, Roberto Urdaneta y Marco A. Pineros, señores Manuel Samper B. y Carlos José Espinosa, entre otros, se reunieron y convinieron unánimemente: 1. Organizar una Compañía de Bomberos, destinada a prestar sus servicios en dondequiera que haya un incendio en la ciudad de Bogotá; 2. Esta Compañía se denominará «Bomberos de Bogotá»; 3. Para su mejor organización, esta Compañía se dividirá en seis secciones, cada una de las cuales cuidará especialmente del ramo que se le encargue; 4. Los Bomberos de Bogotá tendrán los siguiente empleados: un Comandante, Jefe de Compañía; un Ayudante, Secretario; Seis Capitanes, Jefes de Sección; un Capellán; 5. Cada Jefe de Sección, nombrará para la misma, un Sargento y dos Cabos; 6. Para formar el Fondo necesario al objeto que los Bomberos de Bogotá se proponen, se nombrará una misión que recoja en el comercio una suscripción voluntaria y solicite el debido apoyo de los gobiernos Nacional, Departamental y Municipal».”[2]
La intervención estatal en Colombia, respecto de los Cuerpos de Bomberos, se observa en la creación del Cuerpo de Bomberos de Bogotá. El 14 de mayo de 1895 siendo Presidente de Colombia MIGUEL ANTONIO CARO y Ministro de Guerra (Hoy: de Defensa) EDMUNDO CERVANTES, se firma el decreto que ordena la incorporación de 25 agentes a la Policía Nacional, que integrarán lo que se denominará sección de bomberos. Estos bomberos fueron comandados por el señor Alejandro Lince, quien recibió el cargo de Comisario de Tercera Clase.

Encontramos un relato sobre el decreto de creación del Cuerpo de Bomberos de Bogotá que dice: “Los créditos adicionales al presupuesto de rentas y gastos de 1895 y 1896 contemplaron una partida especial de $25.000 «para dotar a Bogotá de bombas y demás enseres necesarios para apagar incendios», apropiación que logró invertirse en un equipo de bomberos. Se reglamentó también el servicio. Este constaba de veinticinco hombres y como funciones principales, fuera de extinguir incendios, tenían las de «conocer a cabalidad las calles en donde estuvieran situadas las distintas cajas de distribución de acueducto; sacar cada ocho días las bombas a las distintas partes de la ciudad en que haya agua, con el objeto de hacerlas funcionar convenientemente; cuidar los caballos y atender permanentemente el teléfono». Por gestión de comisario Alejandro Lince, se importó desde Inglaterra un equipo Merryweather consistente en dos bombas de palancas y pistón, extinguidores portátiles de sustancias químicas y cubos de cuero.”[3]
El 20 de Mayo de 1900 se presentó un gran incendio que destruyó las galerías situadas en la Plaza de Bolívar y el palacio municipal, situado en el costado Occidental, allí se evidenció la ineficiencia del cuerpo de Bomberos por falta de equipos y de agua, siendo liquidado. En 1904 se restableció el servicio, que por falta de incendios se suprimió, volviendo a aparecer en 1917, cuando se ordena la reorganización total de la Sección Bomberos y se crea, además, una Sección de Bomberos Departamental. Estas dos entidades tuvieron constantes fricciones por razones de jurisdicción. En 1919 se unificaron quedando en servicio dos comisarios y 46 agentes.
En 1924 se dictó la ley 61 de diciembre 17, por medio de la cual se modificaron la asignaciones civiles para los bomberos, en la siguiente forma: Un comisario jefe de primera clase, $110; un comisario de segunda clase, $75; tres agentes de primera clase, $46 cada uno; ocho agentes de segunda clase, $43 cada uno; treinta agentes de tercera clase, $40 cada uno; dos choferes, $60 cada uno.”[4]
Volviendo al tema de los incendios que se presentaban en todo el territorio patrio, nos remitimos al Eje Cafetero. Manizales es destruida por dos incendios que ocurren en 1925 y 1926. “El primero devastó 23 manzanas de 254 y 216 edificios, entre ellos el palacio de gobierno, el obispal, los bancos de Londres, del Ruiz, Mercantil y de Caldas y numerosas casas. El segundo quemó totalmente la catedral (de la que hoy queda como réplica la iglesia de Chipre) y 21 edificios.”

Ante la falta de agua, para controlar estos incendios debieron utilizar dinamita, para destruir los edificios aledaños a los incendiados y evitar así la propagación del fuego. Esta es la narración de un historiador:

De repente salta sobre los tejados el grito angustioso de nuestra campana... ¡Fuego! grita nuestra campana desde lo alto de su torre... Dos sombras corren desaladas dando gritos: ¡Incendio! ¡Incendio! Ya son diez, veinte, cuarenta. Un pequeño grupo se agita en la esquina trágica. Ya por las ventanas asoman las lenguas azules y viperinas de la llama. Agua poca, bombas ninguna, herramientas, nada, nada. Y el grupo espasmódico se queda por un momento hebeteado de pavor, mudo y estático ante lo irremediable. La ciudad estaba herida en el corazón... Y anónimamente estalló la primera carga de dinamita. Era una pequeña cápsula de gelatina empotrada en un grueso muro de mampostería, la casa tembló pero quedó en pie. El heroico remedio consistía en crear una ancha zona de escombros en torno del fuego enemigo, una trinchera nivelada en donde pudiera el hombre luchar siquiera cara a cara con el adversario. Se ensayó una libra de gelatina fulminante y los edificios apenas se doblaron sobre sus cimientos. Era necesario despedazarlos, volverlos materialmente añicos... y se ensayó la primera caja de cincuenta libras de la pavorosa fórmula química...[5] “Manizales no contaba con un acueducto de presión suficiente para combatir las llamas, tampoco tenía cuerpo de bomberos ni maquinaria que amortiguara su voracidad. Las pérdidas materiales fueron avaluadas en doce millones de pesos oro, suma astronómica para la temprana fecha de 1926.”

En abril de 1928 en la ciudad de Cali se incendió el Teatro Jorge Isaacs, recinto de tres pisos, con platea, palcos y galería. Esto motivó a algunos ciudadanos para conformar el Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Cali. Sus integrantes presentaron juramento ante el Alcalde municipal Nicolás Ramos Hidalgo, en la Plaza de Armas, el 20 de julio de 1928. Inicialmente el Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Cali se financió de colectas que se hacían visitando a las industrias y comerciantes, que recibían a cambio de su donación una pequeña bandera de color rojo y blanco. En 1959 el Concejo Municipal decretó para el Cuerpo de Bomberos Voluntarios un sobre-impuesto del 5% sobre el impuesto de Industria y Comercio. Eran $ 30.000 mensuales, inmensa suma para la época.

El 26 de enero de 1931 un nuevo incendio se presenta en Buenaventura, arrasando el sector del comercio, oficinas y la iglesia. “No llegaron las llamas hasta la barriada de la burguesía pues el parque aisló el fuego, y además el administrador de aduanas, Pacho Uribe, tumbó media docena de casas para zanjarle tronera al incendio.”[6]

En la ciudad de Bucaramanga, sin contar con la destrucción total de la ciudad, se contaron incendios importantes como el de la Ferretería La Llave, el 26 de enero de 1930. Allí se combatió el fuego durante seis horas, siendo necesario romper las calles para abrir las tuberías y transportar agua en canecos[7] para evitar la propagación a la plaza de mercado central que quedaba anexa y sufrió algunos daños.

En 1935 ardió la fábrica más grande de tabaco que existía en Colombia: “CIGARRILLOS VILLAMIZAR HERMANOS” que generaba empleo a cuatrocientos obreros. Esto hace que el capitán de la policía JOAQUIN BENITEZ organice un Cuerpo de Bomberos en un sector cercano a la plaza de mercado. Inicia con veinticinco hombres, una máquina compuesta por dos tanques de bicarbonato y ácido sulfúrico, dispositivo para agua, baldes, picas, palas, lazos y una escalera de madera.

En 1945 se incendió la Joyería Granados, presentándose simultáneamente a las labores de extinción, una labor de saqueo del establecimiento y por ese motivo se desintegró la institución bomberil.

En 1948 se presenta el incendio del periódico liberal “El Demócrata”, evidenciándose la necesidad de contar nuevamente con un Cuerpo de Bomberos que dependiera directamente del Gobierno Municipal.

“Transcurrido el consabido tiempo de diligenciamiento, se crea el cuerpo municipal de Bomberos, para la prevención y extinción de incendios y como auxiliar de otras calamidades públicas, mediante el Decreto Municipal numero 140 de septiembre 27 de 1950. En este año la población que tenia que atender era 112.152 habitantes; se instaló la institución en la calle 41 con carrera 8 y sus recursos eran: dos maquinas FORD modelo 50, extintores de bomba a volumen, capacidad de 1.000 y 800 galones de agua, otra máquina extintora a base de bióxido de carbono para rescates e incendios de materias inflamables, además de esto un automóvil marca FORD para el comando.

El equipo con el cual inició actividades se va haciendo obsoleto, ya por desgaste propio, como el automóvil del comandante que es reemplazado por una camioneta Chevrolet, modelo 58, o porque debido a la industrialización se presentan conflagraciones imposibles de atender con las máquinas con que contaban. Al verse la incapacidad del equipo, que ya en 1961 tenia que atender a una población de 229.748 habitantes, en 1962 se importan dos máquinas modernas de presión Ford, modelo 1962 con capacidad de 500 galones de agua.”[8]

[1] Luis David del Castillo MartínezTomado de: Revista Credencial Historia. (Bogotá - Colombia). Edición 63Marzo de 1995 [2] Luis David del Castillo MartínezTomado de: Revista Credencial Historia. (Bogotá - Colombia). Edición 63Marzo de 1995 [3] Luis David del Castillo Martínez Tomado de: Revista Credencial Historia. (Bogotá - Colombia). Edición 63 Marzo de 1995 [4] Luis David del Castillo Martínez Tomado de: Revista Credencial Historia. (Bogotá - Colombia). Edición 63 Marzo de 1995 [5] Boletín Cultural y Bibliográfico Número 7, Volumen XXIII, 1986 http://www.banrep.gov.co/ [6] CALI ENTRE FUEGOS Historia del Cuerpo de Bomberos. Enero de 2001. [7] CANECO: recipiente en hojalata utilizado para envasar pinturas, leche en polvo, ect. [8] DIAGNÓSTICO Y EVALUACIÓN DEL SISTEMA DE PREVENCIÓN Y CONTROL DE INCENDIOS EN EL ÁREA METROPOLITANA DE BUCARAMANGA Rafael Herrera Jaimes y Luz Mildred Suárez Moreno 2004

viernes, octubre 06, 2006

RENUNCIÓ EDUARDO JOSE GONZÁLEZ

En esta semana se conoció de la renuncia presentada por el Director Nacional de Prevención y Atención de Desastres, doctor EDUARDO JOSÉ GONZALES.
Fueron mas de ocho años los que pasó el doctor González al frente de esa Dirección y por ende, liderando la actividad del Sistema Nacional de Bomberos de Colombia en su condición de Secretario de la Junta Nacional de Bomberos.
Ahora enfilará baterias el doctor González para obtener la Gobernación del Cauca.
Buen viento y buena mar, doctor EDUARDO JOSE GONZÁLEZ.
Recibo sus comentarios en gerbompie@hotmail.com

martes, octubre 03, 2006

10 AÑOS DEL SISTEMA

10 AÑOS

DEL SISTEMA NACIONAL DE BOMBEROS DE COLOMBIA

4 DE OCTUBRE DE 1996 - 4 DE OCTUBRE DE 2006

FELICIDADES BOMBEROS DE COLOMBIA