El Legislador Colombiano en el artículo 5º de la Ley 1575 de 2012 creó la Dirección Nacional de Bomberos, como una "Unidad Administrativa Especial del orden nacional, con personería jurídica, adscrita al Ministerio del Interior, con autonomía administrativa, financiera y patrimonio propio, cuya sede será en Bogotá, D. C." y dispuso que sería dirigida por un oficial de la más alta graduación, quien ostentaría el grado superior de Capitán en Jefe.
Desafortunadamente esta Dirección Nacional aún no se encuentra funcionando y no puede hacerlo porque no cuenta con su Director.
No obstante lo anterior, el Ministerio del Interior para suplir esa falencia creó dentro de su estructura una unidad o división que denominó Dirección Nacional de Bomberos, que viene desarrollando una gran labor para tratar de suplir el vacío institucional que se viene presentando. Desde la Dirección de Bomberos del Ministerio del Interior se ha coordinado de manera eficaz la labor de los diferentes organismos que han participado en la atención y control de los innumerables incendios forestales que se han presentado en lo corrido del año.
El señor Capitán Andrés Miranda, Paula y varios de los funcionarios que hicieron parte de la extinta Coordinación Nacional de Bomberos, lograron que el apoyo de helicópteros con el sistema Bambi llegara a todos los municipios donde se requerían para atacar el fuego que devastaba amplias zonas forestales.
Y no es solo la coordinación inter institucional lo que viene haciendo la Dirección. Tengo entendido que se encuentran desarrollando los Decretos que le darán vida al ente que venimos reclamando los bomberos, entre ellos el decreto de reglamentación del Fondo Nacioonal de Bomberos, el decreto que determinará la planta de personal de la Dirección, el nuevo Reglamento General de Bomberos, en fin, son muchos los actos administrativos que se requieren para que inicie la vida jurídica un nuevo organismo del orden nacional.
El problema de todo es que esa es una labor callada, que no se ve y que viene permitiendo que en los Cuerpos de Bomberos y en las delegaciones departamentales, cada persona quiera actuar de acuerdo con su propio criterio. Es así como un delegado departamental que para lo único que fue nombrado fue para ir ante la Delegación Nacional a postularse para ser elegido miembro de la Junta Nacional, se considere con derecho para solicitar estadísticas e informes a los cuerpos de bomberos de su región, función que le corresponde al Coordinador Ejecutivo de la Junta Depàrtamental.
Un grupo de instructores, ante la posibilidad de la creación de las escuelas de bomberos, acudieron a los municipios a vender cursos de bomberos que se dictaban en dos o tres días para certificar idoneidad bomberil, y en algunos casos, para crear el Cuerpo de Bomberos Voluntarios que no podrá obtener su personería jurídica, porque aún no se sabe cuales serán los estándares nacionales e internacionales que establecerá la Dirección Nacional.
Y lo mismo sucedió con los ascensos, como el caso del Capitán Valenzuela que alegremente fue ascendido al grado de Mayor. Tengo la copia del oficio que le remitió el señor Capitán Miranda advirtiendo de la ilegitimidad de su ascenso y la copia del oficio que por el mismo asunto le remitió la Confederación Nacional de Cuerpos de Bomberos, advirtiéndole que no le reconocía su grado.
Esos oficios son bien intencionados y si aún así, el señor Valenzuela quisiera hacer caso omiso de ellos, basta que el nuevo Director Nacional de Bomberos aplique la parte final del inciso segundo del artículo 21 de la Ley 1575 de 2012, que advierte que solo se respetarán los grados que ostenten los bomberos en el momento de la vigencia de esa ley.
Resumiendo, debemos exaltar la gran labor que se encuentran adelantando los bomberos actualmente vinculados al Ministerio del Interior en la Dirección de Bomberos, pero no debemos desfallecer en nuestro derecho a que sea nombrado en breve tiempo el Director Nacional. Ese nombramiento no ofrece mayor dificultad, perfectamente podría recaer en la persona que hasta la fecha a tratado de mantener a flote esta endeble estructura bomberil en el orden nacional y que lo ha hecho muy bien. Ya se encuentra en Bogotá, no es necesario salir a buscarlo. Creo que el Capitán Andrés Miranda sería un buen Director Nacional de Bomberos.
P.D. No se trata de ninguna adulación. Es que el señor capitán Miranda ha venido cumpliendo esas funciones en interinidad y ya es justo que lo haga de manera oficial.