EL PODER... PARA QUÉ?

Comparto que se deben hacer algunas reformas a la Ley 322 de 1996, pero se debe aceptar que no todo en ella es malo.

La Ley 322 de 1996 es buena y consagró inmensas garantías y privilegios para los bomberos, pero rápidamente nuestros gobernantes aprovecharon la ingenuidad y por que no decirlo, hasta la ignorancia de algunos de nuestros bomberos, para hacer pasar de manera desapercibida los derechos que nos concedió el legislador.

Un ejemplo de las bondades de la Ley 322 de 1996 es el parágrafo del artículo 7º que dice:

Parágrafo. Para la creación de los Cuerpos de Bomberos Oficiales y la contratación con los Cuerpos de Bomberos Voluntarios, se requiere concepto técnico favorable de la Delegación Departamental o Distrital respectiva.

Ese parágrafo es un poder enorme que tienen los bomberos. Significa nada mas ni nada menos que el Legislador limitó el poder de los Concejos Municipales para la creación de los Cuerpos de Bomberos Oficiales.

Nadie discute que la Constitución Nacional de 1991 reconoció a los Concejos Municipales la potestad de organizar su municipio y de modificar o adicionar su estructura organizativa. Pero respecto a la creación del Cuerpo de Bomberos Oficial le condicionó que para hacerlo requiere un concepto favorable de la Delegación Departamental de Bomberos y si no lo obtiene, no puede crearlo.

Y eso no fue gratuito. El legislador entendió que el tema bomberil en Colombia había sido impulsado y sostenido por los Cuerpos de Bomberos Voluntarios y que en los municipios la única motivación de un concejal es cuantas cuotas burocráticas me pueden dar a mi, cuanto presupuesto vamos a manejar y el famoso CVY o como voy yo, de todos conocido. Nunca un concejal va a pensar si la creación de un Cuerpo de Bomberos Oficial sirve para mejorar el servicio a la comunidad.

Entonces no se podía dejar a los concejales decidir por si solos la creación de los Cuerpos de Bomberos Oficiales. Imagínense los Concejales de Barrancabermeja relamiéndose porque el Cuerpo de Bomberos Voluntarios maneja un presupuesto municipal de alrededor de tres mil millones de pesos, en Floridablanca supera los mil millones de pesos, Cali creo que debe superar los ocho mil millones de pesos. Eso para un Concejal es toda una tentación.

Pero los bomberos no han entendido su poder y aún discuten si deben otorgar los conceptos técnicos favorables si ningún estudio. Y eso sucede porque los bomberos no hemos aprendido a escoger a nuestros dignatarios.

En Santander nuestro supervisor departamental, que a buena hora terminó su período, sabia de gimnasios, bíceps, triceps, abdominales. Hasta de suplementos vitamínicos. Y por eso insistía en que se debía dar concepto técnico favorable para que el Concejo de Piedecuesta creara un Cuerpo de Bomberos Oficial que apagaría los incendios con baldados de agua, sin tener en cuenta que el Cuerpo de Bomberos Voluntarios disponía de 4 camiones, uno de ellos último modelo. Pero no, nuestro supervisor experto en alterofilia, asesorado por un bombero que había sido expulsado de Piedecuesta por robarse cuatro canecas del Polvo púrpura K con el que se debían cargar los extintores de ECOPETROL en Sabana de Torres, se quiso imponer para que se expidiera el concepto.

Y es que, lo repito, nuestros gobernantes aprovechan esas falencias nuestras para mantener a bomberos en la ignorancia.

En el departamento de Santander para reemplazar a nuestro supervisor halterofilista, se postularon dos candidatos. Por un lado un teniente, profesional universitario, con una hoja de vida que se puede sentar en ella y le quedan los pies en el aire, fue jefe de relaciones con la comunidad de ECOPETROL en Piedecuesta, ha sido gerente de varias empresas, ect. Este candidato tenía una problema y es que cuenta con capacidad de discernimiento, su bagaje profesional le permite tomar sus propias decisiones. El otro candidato era un bombero que no tenía el grado de oficial, aún no era profesional porque hasta ahora estaba terminando materias, es decir desde ningún punto de vista cumplía requisitos. Pero el fue el elegido, no digo que porque no tenga capacidad de tomar decisiones, pero su inexperiencia si lo hace al menos “manejable”.

Por eso nuestro Sistema Nacional de bomberos no anda, no produce resultados. No es por culpa de la Ley 322, es por nosotros mismos, por nuestra mediocridad.-